Tras un cuarto de siglo depositada en un almacén de nuestra Casa Consistorial, el Departamento Municipal de Cultura ha promovido la puesta en valor de la magnífica estela discoidal de Luzuriaga, restaurándola y adaptándola para su exposición permanente.

Identificada a finales de los 80 del siglo pasado en las proximidades del caserío Luzuriaga, muy probablemente señalaba el lugar de alguna muerte trágica.

Esculpida sin duda alguna para ser objeto de atención a lo largo de los tiempos, esta espléndida muestra de arte popular podrá ser de nuevo admirada y contemplada por todos, esta vez como un importante e irremplazable legado cultural.

Dada la iconografía de rostros esculpidos en su anverso, este original y enigmático monumento artístico-funerario (“hillarri”, piedra de difunto) resulta extraordinariamente único entre el conjunto de los varios miles conocidos por el presente en nuestro entorno de Euskal Herria, ámbito donde el fenómeno de las estelas discoidales, tanto funerarias, como conmemorativas, adquiere su máxima concentración.